PORTAOCULAR
Sabemos que Newton seguramente no usó ningún elaborado portaocular. Este genio sostenía las lentes en el borde del tubo, sin más pretensiones. Todo apunta a qué Newton no era un observador sistemático del cielo nocturno, él básicamente verificaba y testeaba sus instrumentos desde un punto de vista óptico-técnico, y luego proseguía con sus otros estudios.
Nuestro portaocular es una réplica muy precisa del que se conserva en la Royal Society de Londres, un portaocular que se incorporó seguramente a posteriori por los anticuarios que lo restauraron: debemos fijarnos en el corcho, ese tapón que se encuentra más cercano al primario que aparece en todas las fotos. Ese corcho nos dice que el telescopio que se restauró tenía una distancia focal más corta (unos 158mm) y que no disponía de un portaocular tan elaborado.
El portaocular de la réplica permite intercambiar oculares fácilmente, incluso trabajar con oculares modernos y cámaras. Los aumentos de trabajo habituales son de 20x y 35x con 2 lentes simples plano-convexas. El propio Newton, que trabajaba alrededor de 35x-40x, se quejaba de que sus telescopios estaban muy "cargados" de aumento y recomendaba rebajar a una amplificación más acorde con el instrumento. Nosotros, hemos llegado a la conclusión, que los 20x son una buena opción para ver las fases de Venus, los anillos de Saturno y otras maravillas celestes.
