OBSERVACIONES
Se conocen muy pocas observaciones realizadas por Newton. Leyendo sus libros, cartas y notas personales, todo indica que sus prioridades al construir telescopios fueron: desterrar la aberración cromática mediante el uso de espejos y profundizar de forma teórica en aspectos instrumentales y ópticos.
Por otro lado, sabemos que Newton consideraba su primer telescopio comparable, en desempeño, a un refractor de 3 o 4 pies de la época. Con este prototipo, dejó constancia únicamente de las siguientes observaciones:
– Júpiter y sus cuatro satélites.
– La fase creciente de Venus (con alguna dificultad).
Posteriormente, con otros telescopios realizó algún test para comparar su rendimiento. En estas ocasiones cita de pasada la Luna o algún planeta, pero a excepción del gran cometa C/1680 V1 (Kirch), no se conocen observaciones sistemáticas suyas sobre otros cuerpos celestes.
NUESTRAS OBSERVACIONES CON LA RÉPLICA
Esta réplica no ha sido construida únicamente para fines decorativos sino también para ser usada bajo las estrellas.
Hemos realizado las observaciones desde cielos Bortle 3, empleando para comparar:
- Un espejo primario y secundario modernos, del mismo diámetro y distancia focal que el speculum.
- Una réplica del telescopio «Cossimo II»de Galileo (aumentos: 12x y 20x)
- Una réplica del telescopio de Newton de la firma TAL (poco fiel a la realidad, con espejos y oculares modernos), con un diámetro de 35mm trabajando fijo a 35x.
Destacar que el telescopio ofrece imágenes poco luminosas y de tinte anaranjado en contraste con los instrumentos enumerados más arriba; y que la zona óptima de foco a 20x, como era de esperar por la configuración óptica de los oculares, es un pequeño círculo de unos 7 minutos de arco, difícil de concretar debido al «image-shift» del enfocador. En total, unos 15 minutos de arco útiles que aumentan notablemente con oculares modernos.
Además, nos hemos topado con problemas de colimación, astigmatismo (debidos al régimen térmico del espejo), luz dispersa (scatter) y empañamiento (incluso con humedad relativa moderada).
A pesar de todo, detallamos algunas observaciones realizadas con nuestra réplica bien aclimatada, colimada, enfocada y con los espejos recién bruñidos con vinagre blanco:
- Mercurio: a 20x y 33x, se observa con facilidad en elongaciones favorables como una estrella sutilmente desenfocada. Fases no visibles.
- Venus: el planeta se percibe brillante al ocular. A 20x, fase visible a partir del 50%, con relativa facilidad. Con fase al 20% y tamaño aparente de 42″ bastante fácil.
- Marte: brillante en oposición. Se observa como una estrella sutilmente desenfocada color rojo intenso (33x).
- Júpiter: a 20x, se aprecian los 4 satélites galileanos con aspecto anémico (el TAL 35 y el Telescopio de Galileo los muestran más brillantes). El disco del planeta es relativamente brillante y circular, sin bandas perceptibles.
- Saturno: a 20x y 33x, anillos visibles como una extensión oblonga, no se diferencian del planeta como con el espejo moderno del mismo diámetro. La apariencia general del planeta es mortecina sin ningún detalle.
- Urano: visible a 20x, aspecto estelar.
- Neptuno: no visible.
- Luna: se visualiza el relieve y los cráteres muestran sombras y bastante efecto 3D.
- Estrellas dobles: Mizar-Alcor, relativamente fácil./ Albireo: la principal anaranjada y la secundaria es visible de forma intermitente debido al scatter.
- Nebulosa de Orión: a 20x y 33x, se percibe nebulosidad en la zona del trapecio. Este último se ve como una estrella triple mal definida debido al astigmatismo.
- Zona Sagittarius/Scorpius/Scutum a 20x: la Vía Láctea se desgrana en estrellas / M6 se percibe como un incremento de densidad estelar en todo el campo de visión / M7 se muestra como un incremento de densidad estelar en todo el campo de visión / M8 se observa como un débil manto difuso que inunda el campo del ocular / M11 se percibe como un débil manchurrón./ M22 se presenta como un incremento de densidad estelar en el campo de visión, con sutil gradiente luminoso.
- Galaxia de Andrómeda: a 20x, núcleo apagado de aspecto nebuloso, con tímido gradiente lumínico centro-periferia.
Conclusiones:
Las observaciones, como era de esperar, mejoran sustancialmente con el espejo de vidrio moderno, en luminosidad, contraste, definición y mayor campo útil. Si añadimos oculares compuestos la mejora es aún más notable.
El telescopio ofrece un desempeño pobre en relación a su apertura. El pequeño TAL35 y la réplica de Galileo ven más y mejor.
Magnitud límite estelar: ≈ 7 / Magnitud límite objetos difusos: ≈ 6. La magnitud visual (por ejemplo, Neptuno no es visible) está limitada por los problemas inherentes al Speculum. Con el espejo moderno del mismo diámetro hemos alcanzado magnitud 10 estelar con bastante facilidad.
Hemos observado más objetos, pero debido al poco campo que ofrece el telescopio y a su rebelde y peculiar carácter, todos repiten los mismos patrones: tenues mantos nebulosos que pueden confundirse con empañamiento, tímidas manchas con cierto gradiente centro-periferia o incrementos de densidad estelar sin un contexto de fondo que los muestre como objetos individuales, solo curiosos cambios en la textura celeste.
Aunque aún se desconocía su verdadera naturaleza física, muchos objetos de cielo profundo ya eran conocidos (incluso catalogados) antes de Newton: Pléyades, Hyades, Nubes de Magallanes, Saco de carbón, Nebulosa de Andrómeda, Nebulosa de Orión, el Pesebre, M6, M7, M8, M33, M34, M36, M37, M38, M41, M47, NGC 752, NGC2362, 2451, NGC6231, Melotte 111, Collinder 399…, observados por precursores como Hiparco, Ptolomeo, Al Sufí, Fabri de Peiresc, Galileo Galilei, Simon Marius o Giovanni Batista Hodierna (este, empleando un refractor galileano simple a 20x, compiló un catálogo de «objetos nebulosos» con 40 entradas). No sabemos si Newton observó estos objetos con este telescopio o con alguna versión mejorada, no dejó nada escrito sobre ellos y quizá ahí está la respuesta.